"-¿Me está escuchando...?
-Eh... sí, lo siento. Continúe."
E. L.
-Una vez creí que estaba embarazada –me dijo-. Pero
al final no lo estaba.
-¿Y por qué lo creíste? –pregunté.
-No sé bien… Tal vez quería estarlo. Y obviamente
la regla no me llegó durante meses, así que todo calzaba…
-¿Y no te hiciste un test o fuiste al médico?
-Estaba tan convencida que no me hice prueba
alguna, salvo a los tres meses cuando creí necesario comenzar a controlarme y
fui al doctor…
-¿Y fue entonces que te enteraste…?
-Sí, pero no de inmediato… O sea yo insistía que
estaba encinta así que debimos hacer varias pruebas… hasta que me convencí, por
supuesto… más o menos...
-¿Cómo más o
menos?
-Lo que pasa es que yo sentía algo distinto… como
que tenía vida adentro… O sea, me ponía la mano… me acercaba música… Si hasta
me sentía hinchada… supongo que atribuía cualquier sensación a esa vida extra
que yo creía estaba formando…
-¿Y los demás qué decían?
-¿Quiénes?
-No sé… la familia, tu pareja…
-La verdad es que no lo hablé con mi familia, y al
que yo creía que era el padre ni siquiera le conté, la verdad es que no
estábamos juntos…
-Pero, ¿no le dijiste a alguna amiga o algo?
-No… Tal vez sea extraño, pero sentirme embarazada
me hacía sentir cierta compañía…. Como una especie de conexión espiritual…
estaba bien sola, me refiero… porque no estaba sola, claro…
-Y después que confirmaste que no lo estabas, ¿qué
hiciste?
-Pues la verdad es que me costó mucho entenderlo… O
sea, dejé de hincharme, volví a menstruar… no debía haber duda alguna, pero yo
de cierta forma seguía sintiendo que tenía un bebé dentro…
-Pero entonces, ¿cuándo se pasó?
-Si quieres que sea sincera te tendría que decir
que justo a los nueve meses. Tal vez me consideres algo loca, pero desde
entonces siento que de cierta forma tuve un hijo… se llama Iván… en unas
semanas cumple siete años…
-…
-No te asustes… Sé que debo decir que no existe y
si quieres lo digo, pero intento ser sincera…
-¿Y ahora dónde está, según tú…?
-¿Iván?
-Sí… ¿dónde está ahora?
-Sentado junto a ti, haciendo un dibujo imaginario
con sus dedos, sobre la mesa.
-¿Y qué es lo que dibuja?
-¿De verdad te interesa...?
-...
-¿No le quieres preguntar?
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