¿Por dónde se piensa? No dónde sino por dónde, lo
dije bien. Acuérdate que esto es trayectoria. Es sentido. Uno que nace desde
dentro. No digo que se piense desde dentro, digo que el origen del sentido está
dentro. En el corazón de las cosas está la causa. No sé si me sigues. Elige
cómo decirlo, pero apréndelo, eso es lo que importa. Dilo incluso en voz alta
cuando puedas. Yo soy la causa de mí mismo. Hay que tener claro eso. Aprende
esa verdad y desconfía del resto. Olvídate de la realidad y escúchame. Deja que
en este instante yo sea más que todo aquello. No dónde sino por dónde. Acuérdate
de eso. Después de todo, la realidad es apenas un efecto óptico. Y a veces es
menos. La materia misma si lo piensas es tan poca. Un residuo casi, del vacío.
Un margen de error, digamos. Poco más, quizá. Imagina entonces ondas de vacío
que ejercen fuerza en la nada. Es coherente, si lo piensas, pero debes
detenerte a hacerlo. Y claro, debes saber también desde qué sitio hacerlo. Por
dónde se piensa, me refiero. El camino. Es fácil salirse si confundes cosas
esenciales. La nada con el vacío, por ejemplo. El corazón con la causa, por
otro. Y es que mientras la nada es la nada el vacío es otra cosa. También debes
aprender eso. ¿Por dónde se piensa, entonces? Pues ya debieses estar en
condiciones de contestar tú mismo esa pregunta. Confío en que puedas, al menos.
En el corazón de las cosas está la causa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario