No hace tanto daño un poco de fiebre de vez en
cuando. Hoy, por ejemplo, sin ir más lejos. Sé de lo que hablo. Dolor en el
cuerpo. Sudor. Vómitos. Sin embargo, la fiebre desaparecerá y la temperatura
volverá a ser la adecuada. Extrañamente, el cuerpo pareciera ser más
cuerpo en medio de la fiebre. El dolor lo hace más presente. El sudor marca sus
bordes. Los vómitos demuestran su necesidad de salir fuera. Pero entonces
llegan inyecciones y alguien que comenta que deliras, pero que todo estará
bien. Siempre vuelve la calma, te dicen. Tienes los brazos amarrados, pero solo
es por seguridad. La presión ya se ha normalizado. Ahora hay que esperar los
efectos, simplemente. Exámenes para explicar las convulsiones. Descartar la
presencia de bacterias. Sería extraño que haya daño permanente. Eso está
prácticamente descartado. Son cosas del cuerpo, simplemente. A veces se
comporta así. Ni siquiera sabe lo que quiere. Se agita porque algo le incomoda.
Pero se confunde porque solo es cuerpo. Lo que no es cuerpo no se afiebra ni
padece. Me sientan un poco en la cama. Han vuelto los vómitos. Por la ventana
del hospital me parece ver fuego, pero debe ser fruto de la fiebre. Es el
cuerpo, solamente. Hay que prepararse. A veces se comporta así.
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