Como ha escuchado que el mundo no da para más, F.
ha soñado desde pequeña con ir en busca de otro mundo. Uno al cuál trasladarse
cuando este explote o se contamine completamente o ya no tengo agua o vaya a
saber cómo irá a ser el fin. Lo que sí sabe F. es que se necesita otro mundo. Lo
ha escuchado en tv y hasta un profesor en la escuela, dijo que era cierto. Por
eso, de noche, mira el cielo para ver cuál mundo le parece más atractivo. Como
todavía es pequeña y no sabe que los planetas no brillan, F. cree que escoge un
planeta cuando realidad escoge una estrella. Por lo general no les gustan las
estrellas que están en medio de constelaciones, sino que busca siempre una más
alejada y que brille bastante. Luego de escoger una F., piensa estudiar para
poder construir una nave que los lleve hasta allá e incluso ha pensado en qué
cosas llevar hasta aquel planeta. Muchas verduras, por ejemplo, aunque dejará
en este planeta la coliflor. No cuenta por qué, pero no quiere llevar a su
padre, aunque estaría dispuesta dejarlo en un planeta intermedio, junto a otras
personas desagradables que lo quieran acompañar.
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