Hablaban de los viejos a partir de una frase que
uno de ellos dijo. Algo relacionado con la indiferencia hacia la vida. Estaban
todos algo bebidos y de fondo sonaba un disco de Bill Evans con Shelly Mane. Yo
escuchaba y estaba a un costado mientras ellos seguían hablando y no dejaban
oír de buena forma la música. Fue entonces que el dueño, mientras descorchaba
una botella, se unió brevemente a la conversación. El hombre debía tener
fácilmente sesenta o setenta años. Dijo varias cosas, pero lo principal es que
habló de su bisabuelo. Yo no entendía muy bien los detalles, pero me llamó la
atención que el dueño hablara de él como si estuviese vivo. Recuerdo que
entonces puse más atención porque coincidió que el disco llegó a su fin. El
grupo de los que bebían argumentaban que llegada cierta edad –cierta edad
indefendible, decía uno, sin explicar a qué edad exacta hacía referencia-, no
podía experimentarse más que indiferencia hacia la vida. No desprecio, recalcaba,
pero sí indiferencia. Interrumpía después otro y explicaba algo así como las
virtudes de la indiferencia, aunque al mismo tiempo parecía estar en desacuerdo
con el primer hombre en algo que no logré precisar. Por su parte el dueño
volvía a hablar de su bisabuelo y hasta señaló de pronto que pensaba llamarlo,
para que lo conociesen. Fue entonces que –mientras yo esperaba una sesión
espiritista o algo similar-, el dueño fue esta una sala trasera seguido de un
ser que parecía existir de una forma distinta a todos nosotros, en aquel lugar.
Un anciano –era más que eso, pero no tengo a mano el vocablo preciso-, que
venía avanzando muy lento, pero aparentemente sin dificultades tras el
mostrador y que se acercó hasta donde hasta hace poco había estado girando el
disco de Bill Evans con Shelly Mane –y creo que también Eddie Gómez-, y
estirando uno de sus brazos, lentamente, comenzó a voltear el disco, hasta que sonó
otra vez. Luego, en vez de ir hasta el sitio donde estaba su bisnieto y los
hombres que bebían, dio media vuelta y volvió hacia el lugar desde donde había
salido.
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