No se saca las tijeras. Día y noche con las
tijeras. O sea, llega del jardín y se las pone. Lo extraño es que la tía me
dice qué allá se porta bien. Que no da mayores problemas, me refiero... O sea,
juega normal, obedece órdenes, termina sus trabajos… ¿Qué…? No. No es que se haga
daño. Simplemente recorta papeles, revistas… cosas así. Una vez intentó cortar
una camisa, pero lo hablamos y no se repitió. Sí… Son las tijeras para niño,
pero igual tienen filo. ¿Qué…? Claro, si lo llevamos hace tres semanas, más o
menos… No… O sea el doctor dijo que si no atacaba a nadie ni se hacía daño no
nos preocupáramos, pero claro, yo le dije que hay muchas formas de hacerse daño…
Sí, por eso te digo… esas cosas raras hacen daño, tarde o temprano. ¿Él…? No,
nada… no le dio importancia. Yo intenté explicarlo que no era solo por él, que
estaba el tema de la casa… los nervios… lo que puede pensar Josefa… Claro,
justamente… yo se lo dije así, clarito, pero no me pescó mucho… Me refiero a
que puede ser, según él pueden no haber secuelas, pero ¿el hoy? ¿qué pasa con
el miedo que nos da hoy…? No sé por qué nadie piensa en eso… O sea, el miedo
del hoy es claramente suprior al del mañana… Sí… Eso hacemos al menos, cuando
se duerme. Ahí se las sacamos. Lo bañamos en la mañana y luego se las pone.
Luego se las saca y va al jardín. Luego regresa y se las pone. No sé qué hacer…
es lo mismo siempre y nadie le da importancia. Si hasta yo me he visto tomando
las tijeras y cortando todo… para entenderlo, claro… para saber por qué, o qué
sensación hay detrás… ¿qué siento? Pues
no sé… nada… pero ya sabes ya estamos grandes y una nunca siente nada… nada
salvo miedo, claro… Sí, también… Yo también voy a buscarlo ahora. Hablamos más
tarde entonces. Tú tienes suerte en todo caso con los tuyos… Sí, disculpa… Lo
hablamos después… Nos vemos.
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