Piénsalo al revés, me dijo. Siempre piénsalo al
revés. A mí me pasa en los sueños así que no es mérito, pero el punto aquí es
que me sirve. Por ejemplo, mi sueño más recurrente ocurre en un mundo donde ves
claramente volar una serie de naves y objetos que no pertenecen a nuestra cultura.
Una situación que es, por cierto, del todo común, en el sueño, y que no produce
sorpresa alguna. Sin embargo, en ese mundo del sueño, donde aparentemente la
vida extraterrestre está totalmente validada y nadie se hace problemas por esos
seres que no interfieren… en ese mundo, decía, no existen otro gran número de
elementos o seres que nos son cotidianos en nuestra vida real diaria. Puede
sonar tonto o enredado, pero a lo que voy es que siempre que salgo de esos
sueños, termino maravillándome de la existencia de un montón de estas cosas que
en el mundo del sueño, no existen: un perro, por ejemplo, o cierto tipo de
árbol… o hasta una manzana. Cosas o seres que parecen entonces no solo más
extraños, sino que, al estar dados ahí… producen de pronto una tremenda satisfacción…
un agradecimiento real, me refiero, por estar incuso en contacto con nosotros. Puede
que no lo entiendas ahora, me dijo, pero a lo que apunto es que lo realmente
maravilloso no son los enigmas milenarios, ni los avistamientos, ni las reflexiones
acerca de la existencia o no existencia de lo divino… todo eso te lo cambio por
la existencia de los otros, de los sabores… o hasta de una piedra… Intenta
hacerte la idea… piénsalo al revés… La maravilla siempre es otra y está más
cerca de lo que uno cree… Ojalá te hagas la idea… Eso fue lo que me dijo.
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