Construyeron una villa, justo donde comienza la
montaña. Está bastante alejada, pero tiene un buen acceso y las casas son de
las mejores de la ciudad. Dentro de la villa hay una serie de servicios, para
evitar que los habitantes se sientan demasiado aislados. Tiene un colegio, una
consulta médica y hasta un supermercado, rodeado de otros locales más pequeños
en una especie de mini centro comercial. Todo funciona bastante bien en la
villa, sin embargo, una vez a la semana, baja una jauría de perros salvajes,
desde la montaña. Veinte perros, más o menos. Los vecinos se han organizado construyendo
muros y bloqueando algunos pasos, pero lo cierto es que los perros entran
igualmente y ya han realizado algunos ataques de gravedad. Todavía no han
matado a ninguna persona, pero ya han acabado con varias mascotas y les han
gruñido a varios vecinos, mostrándose dispuestos a atacar. Debido a ello, varios
habitantes de la villa se han organizado y -tras las solicitudes no atendidas
por las autoridades-, han decidido ellos mismos acabar con la amenaza. Dejaron
comida con veneno en la montaña y hasta han disparado a algunos de los perros,
cuando han vuelto a ingresar. Disparan desde sus casas, por supuesto, a escondidas…
Luego recogen los cuerpos y vuelven a llevarlos a la montaña, donde les prenden
fuego o los entierran, para que no lleguen otros animales, cerca del lugar. En
resumen, es el único problema grave que ocurre en la villa, y se espera que en
unos pocos meses se haya podido erradicar. Se espera que el valor de las casas,
por lo mismo, vuelva a subir luego de aquello. La idea es que la villa siga siendo,
ante todo, un buen lugar.
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