tag:blogger.com,1999:blog-66473150531510966712024-03-19T01:48:06.500-07:00ordenarlabibliotecaVianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.comBlogger5139125tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-64956295032238618692024-03-10T12:53:00.000-07:002024-03-17T12:54:27.398-07:00Conseguir un ojo de vidrio.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Conseguí un ojo de vidrio en una tienda de antigüedades.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo cambié, de hecho, por la primera edición de un libro que no me interesaba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ojo de vidrio estaba en perfecto estado, aunque el estuche en que se guardaba se veía gastado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era un estuche de madera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según el dueño de la tienda el ojo había pertenecido a una alemana ya fallecida, de quien también tenía la prótesis de un dedo, un uniforme militar y una peluca.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El uniforme militar era de la segunda guerra mundial y su valor me pareció desmesuradamente alto, aunque el dueño de la tienda aseguraba era muy escaso y estaba dentro de los valores del mercado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que me convenció de adquirir el ojo de vidrio, por cierto, fue el extraño color del iris.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se me viese forzado a describirlo debería decir que era un tono entre grisáceo y violeta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Su tamaño no me pareció muy grande, y al mirarlo fijamente se veía como un ojo natural, que te devolvía la mirada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya en casa, pasé mucho tiempo mirando ese ojo, hasta que de un momento a otro comenzó a provocarme miedo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tanto así que no solo guardé el ojo en el estuche de madera, sino que quise sellarlo y comencé a dejarlo fuera de casa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aún así, mi inquietud se fue acrecentando, por lo que una mañana, antes de ir al trabajo, busqué un martillo y me decidí a destruir aquel ojo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Si es de vidrio puede quebrarse</i>, me dije.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Acerté.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En principio se trizó de forma extraña, pero tras unos cuantos golpes más logré quebrarlo del todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nada extraño ocurrió durante el proceso, salvo que unas astillas de vidrió se quedaron en mis manos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces fui al trabajo y después volví.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Barrí los restos que no pude recoger en la mañana y decidí botarlos junto a la caja de madera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eso hice, al día después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con todo, aprendí que no se puede destruir un ojo de vidrio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No del todo, al menos.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-87320477076772304032024-03-09T09:02:00.000-08:002024-03-16T20:03:03.617-07:00El hueón que bebe gratis.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era mi segunda noche trabajando de garzón en un bar. Nos habíamos repartido los clientes y me tocaron apenas dos mesas de unas chicas que apenas bebían. Fue entonces que me percaté que atrás de todos, en una mesa pequeña, había otro tipo bebiendo solo. Y noté también que nadie se había hecho cargo de esa mesa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No te conviene -me dijeron cuando pedí llevarle la cuenta-. Ese es el hueón que no paga.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Cómo que no paga? -pregunté.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No paga po, hueón -me contestaron-. Bebe gratis. Siempre hay uno en los bares de por acá… Nosotros tenemos a ese. Es bastante tranquilo, en todo caso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y lo que bebé? -pregunté-, ¿corre por cuenta del bar…?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No -me explicaron-. La gente que viene acá conoce la tradición… Los últimos que se van del local suelen pagarle la cuenta, si es que no se la ha pagado alguien antes. Igual sale barato. Nuestro hueón que bebe gratis solo toma cervezas, y siempre pide las que están en oferta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Observé al tipo y me percaté que era cierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es como una institución -me siguieron explicando-, nadie la cuestiona y todos sabemos que existe. Además, como te decía, en este bar el hueón apenas molesta y no tiene problemas con nadie. Va por sus cervezas a la barra, bebe solo, aunque responde si le hablas y hasta te agradece con un gesto cuando se entera que alguien ha pagado su cuenta…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mis compañeros siguieron así durante aquella noche, explicándome la situación, hasta que me convencí que era cierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Además, como trabajé ahí durante un par de semanas, pude corroborarlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego de ese tiempo, decidí renunciar a mi trabajo y traté de convertirme en el hueón que bebe gratis, de algún bar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lamentablemente, descubrí que cada uno de estos tipos defendía a muerte su puesto, y que incluso se defendían entre ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Igual puedes anotarte en una lista -me dijo uno, sintiéndose culpable después de quebrarme una costilla-. Hay como cuarenta en espera eso sí, para cuando se retire alguno…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Acepté. El tipo sacó una libreta y me pidió los datos. Luego hizo una llamada y me dijo que esperara.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Ya está -me dijo, luego de un rato-. Estás en el puesto cuarenta y cuatro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y eso qué significa? -pregunté.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El hombre me observó y se quedó en silencio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo lo observé, mientras tanto, y pensé que no era un mal tipo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Supongo que no quiso alimentar mi esperanza.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-38933071528006601052024-03-08T07:19:00.000-08:002024-03-10T08:20:35.716-07:00Quería mejorar.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como era ordenado, metódico y quería mejorar, solía anotar algunos consejos en un cuaderno que siempre andaba trayendo en su bolso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, cuando uno de sus padres, profesores u otras personas señalaban una observación asociada a conductas o actitudes, él la anotaba en su cuaderno que llevaba en el bolso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por supuesto, no lo hacía de inmediato, así que acostumbraba memorizarlas, para no incomodar a las otras personas ni interrumpir sus palabras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo después, cuando los demás no lo veían, la anotaba con cuidado y orden en una de sus hojas, sin indicar autoría ni especificar el contexto en el que fueron dichas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No le importaba, por cierto, que las correcciones o consejos fuesen dirigidos a él o a otras personas, simplemente estaba atento a su entorno y recogía todo aquello pues pensaba que podría servirle.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo general, prestaba atención especial cuando escuchaba cerca de él frases como: “lo importante es que…” “debes aprender que…”, o cosas de ese estilo, aunque en realidad se había acostumbrado a reconocer la inminencia de ese tipo de expresiones a partir del tono de voz que las personas empleaban, más allá de las palabras específicas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, en poco menos de un año, llenó tres cuadernos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A mí me mostró uno y me lo prestó por unos días. Lo cierto es que fue una experiencia incómoda, pues resultaba extraño leerlo. Está lleno de expresiones que las personas consideran ciertas, pensaba, mientras leía. Además, muchas de las frases se contradecían entre sí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De vez en cuando, encontraba algunas frases que tal vez yo mismo había dicho, y me avergonzaba de ellas al verlas así, en medio de tantas otras. Todas apiladas como en esas imágenes donde te muestran deshechos plásticos formando islas en el océano. Contaminando, sin más.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿No quieres llevarte otro? -me preguntó días después, cuando le devolví el cuaderno que me había prestado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo le agradecí, pero le dije que no… que no me resultaba necesario.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues yo voy a terminar un cuarto cuaderno y no creo que siga con esto -me dijo-. Ya prácticamente no hay frases nuevas y debo tener suficiente material como para leerlo con calma e intentar mejorar…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo lo observé y pensé en preguntarle sobre para qué quería mejorar o qué significaba para él, aquello… pero finalmente no lo hice.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Ojalá puedas lograrlo -le dije, únicamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Gracias -respondió.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-90132246581373630252024-03-07T06:53:00.000-08:002024-03-10T07:56:18.227-07:00Para colmo.<div style="text-align: right;">“Para colmo, el coche no le arranca…”</div><div style="text-align: right;">M. A.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Despertó molesta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con el ceño fruncido, incluso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No ansiosa ni alterada, pero sí molesta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No con una sensación inmediata, me refiero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Despertó molesta como si aquello que sentía fuera ya parte de sí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como un músculo, pensemos, que se ha tensado al despertar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y despertó, por tanto, consciente de ese músculo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y consciente, por lo mismo, que esa molestia estaba ya afincada en ella, sin saber por qué.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No recordaba haber soñado algo en especial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tampoco recordaba alguna tarea o situación que justificase, de forma concreta, aquella molestia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Miró a su alrededor y no encontró nada, al menos, que se vinculase con ella.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es decir, estaba todo un poco revuelto, es cierto… pero no de una manera que la incomodase.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivía sola, eso sí, pero eso era algo que ella misma había elegido y sobre lo que no pensaba en lo absoluto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella, un par de plantas y tal vez hormigas y alguna araña en un rincón, eran lo único vivo en aquel lugar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue hasta la cocina y cocinó un par de huevos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tostó unas láminas de pan y preparó café con leche.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También sacó unas pocas galletas que le quedaban de un paquete a medio terminar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era domingo, y le gustaba desayunar abundantemente antes de ir a la feria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo lo hacía en domingo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era algo así como un rito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De la misma como otros iban a misa, ella seguía este rito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras tomaba desayuno pensó en eso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo pensó mientras observaba un marco vacío que estaba sobre un mueble, al lado del sofá.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Había pensado en poner una foto ahí, por supuesto, pero al final nunca lo hacía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras terminar juntó las cosas sucias y las dejó para lavarlas después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue hasta el baño y se lavó los dientes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras se miraba al espejo recordó el marco vacío.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego pensó que debía comprar en la feria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No en mucha cantidad, esta vez, pues siempre terminaba botando frutas o verduras que se le echaban a perder.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Solo manzanas y plátanos, esta vez</i>, se dijo.<i> No más fruta.</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Tal vez un par de naranjas.</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hizo lo mismo pensando en las verduras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego salió de su hogar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras caminaba hacia la feria, se dijo que debía buscar una foto para poner en ese marco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O en el peor de los casos guardarlo, simplemente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Tal vez la molestia, se deba a eso</i>, se dijo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nunca se sabe, en realidad.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-8372738536616495652024-03-06T08:44:00.000-08:002024-03-06T18:46:07.786-08:00Esa cosa que no sabe cambiar.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: right;">La pregunta por la autonomía de lo vivo es tan vieja</div><div style="text-align: right;">como la pregunta por lo vivo”</div><div style="text-align: right;">H. M.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Llovió cuando menos lo esperaba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es, cuando ya llovía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me di cuenta porque entre las gotas de lluvia comenzaron a caer nuevas gotas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una lluvia nueva que primero se mezcló con la anterior y luego terminó reemplazándola.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O renovándola, más bien.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es verdad, por cierto, aunque no crean.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pequeños detalles permitían percibir estos cambios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Leves variaciones en la temperatura del agua, en la densidad de las gotas o en la velocidad de la caída.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una nueva lluvia, entonces, cuando menos se la esperaba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una lluvia necesaria, sin duda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un nuevo gesto de afecto que surge cuando otro se desgasta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo extraño, sin embargo, es pensar qué ocurre si no nos damos cuenta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué pasa si todo son ladrillos, simplemente, con los que construimos un cuarto que habitar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Vale realmente la pena o es una construcción innecesaria?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y, por último, ¿qué ocurre si no salimos nunca de ese cuarto que elegimos habitar?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esas preguntas me hacía, justamente, cuando comenzó una nueva lluvia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya caía otra por supuesto, desde antes, pero esta última la vino a reemplazar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Imaginen dos pianistas, por ejemplo, que se ceden mutuamente la ejecución de una misma pieza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Justo cuando menos lo esperabas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y caminas lento, entonces, hacia esa cosa del fondo, que no sabe cambiar.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-68917200967294821792024-03-05T08:50:00.000-08:002024-03-05T18:52:21.183-08:00Solo la oreja izquierda<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una chica se acerca hasta mí y me entrega una navaja.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es alta, por cómo está vestida podría pensar que se trata de una oficinista y le calculo unos 28 o 30 años.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Solo la oreja izquierda, por favor -me dice, luego de entregarme la navaja.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo la observo, algo confundido, intentando recordar si la conozco de algún sitio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No entiendo lo que dice -le digo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Dije “solo la oreja izquierda, por favor” -señala.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Entiendo eso -digo-. Lo que no entiendo es qué es lo que quiere que haga.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella se levanta el pelo que le cubría parcialmente su oreja izquierda e inclina un poco la cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Quiero que la rebane de un solo corte me dice, desde atrás -indica con su dedo el movimiento que quiere que realice-. No es necesaria tanta fuerza pues se trata casi exclusivamente de cartílago.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras la escucho permanezco en silencio, visiblemente asombrado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Sangrará mucho, es cierto -continúa-, pero luego dejará de hacerlo. No se preocupe, nadie muere nunca por el corte de una oreja.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No sé bien por qué, pero tras su explicación, observo cómo abro la navaja y doy un paso hacia la mujer, sin pensar realmente en lo que hago, pero moviéndome hacia ella igualmente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Una vez que corte le recuerdo que debe guardar la oreja -me dice-, puede buscar qué hacer en internet para que el tejido no se recoja y conservar la forma del cartílago… Y aléjese rápidamente para que no llame demasiado la atención, yo intentaré ocultar el sangrado y no hacer gestos de dolor hasta que usted se haya alejado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Por qué hace esto? -le pregunté, mientras sostenía su pelo con una de mis manos y con la otra acercaba el filo hasta su piel.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Usted es quién lo hace -me dijo-, siempre hace las preguntas en la dirección equivocada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras escucharla, consideré que era cierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego alguien lanzó un grito.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-54137086219806806262024-03-04T06:21:00.000-08:002024-03-04T20:23:01.368-08:00El gato apareció con una ardilla en el hocico.<br />El gato apareció con una ardilla en el hocico. <br /><br />O más bien, con el cuerpo de una ardilla. <br /><br />Entro por las puertas correderas que están junto al comedor y se acercó hasta K., que estaba todavía sentada, viendo el celular, luego de tomar desayuno. <br /><br />J., su hija, estaba sobre la alfombra, a pocos metros de distancia, pintando con lápices de cera los dibujos de un libro para colorear.<br /><br />El gato dejó la ardilla junto a uno de los pies de K., y se frotó con su pierna para llamar la atención. <br /><br />K., sin embargo, no hizo caso del animal, e incluso empujó con su pie al gato para que fuese a otro lugar. <br /><br />Entonces el gato volvió a recoger el cuerpo de la ardilla y se acercó a la niña, que seguía pintando, distraída. <br /><br />Esta vez, para evitar ser ignorado, el gato dejó el cuerpo de la ardilla directamente sobre el dibujo que J. estaba coloreando. <br /><br />La niña, se demoró unos segundos en reaccionar, pues no entendió inicialmente qué era aquello que el gato había puesto ahí. <br /><br />Y claro, su reacción fue una serie de gritos que llevaron a su madre a gritarle de vuelta, diciéndole que se callara de inmediato o se fuese a su habitación. <br /><br />Ante los gritos, J. vio alejarse al gato con la ardilla nuevamente en su hocico. <br /><br />Así, finalmente, el gato salió por las mismas puertas correderas por las que antes había entrado. <br /><br />De la ardilla que llevaba en su hocico, por cierto, ninguno de nosotros logró saber nada. <br /><br />K. y J., como ven, perdieron la ocasión.Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-54928520290417503742024-03-03T06:22:00.000-08:002024-03-03T20:24:22.927-08:00Vivir con nada.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">I.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivir con nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No con poco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivir con nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Se puede?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">II.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me lo preguntó un día, de improviso, sin venir a cuenta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y claro, yo de inmediato pensé en dinero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debo haber dado una respuesta tonta, que ni siquiera recuerdo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que no comprendía entonces, qué era lo que el otro entendía por vivir.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">III.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se dio cuenta, por suerte, de mi ignorancia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y hasta intentó corregirla, dentro de sus posibilidades.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, me dijo que la clave, ante todo, no estaba relacionada con la palabra vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lamentablemente no tuvo la voluntad de decirme con que concepto, finalmente, sí estaba relacionada.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">IV.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Con qué cuentas cuando tienes nada?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué te pertenece en esa instancia, me refiero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No me digas que la vida, pues ya dijiste que no iba por ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y además, siendo preciso, ni siquiera esta te pertenece.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">V.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Vivir con nada, entonces?, me pregunto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Lo habrás dicho bien?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y además: ¿qué es lo que se puede cuando se puede vivir con nada?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué es lo que realmente me intentaste preguntar?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">VI.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo lo que creemos que somos, es simplemente algo que nos atraviesa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algo que pasa por nosotros, sin quedarse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nada tenemos y nada cargamos; nos inventamos un peso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y lo que nos atraviesa, por cierto, no nos pertenece.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">VII.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivir con nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Prefiero no pensarlo, lo confieso, pero me gusta dicho así.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El tono humilde. La falta de ambición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivir con nada, repito, para darme un gusto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivir con nada.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-36104724487948653002024-03-02T03:47:00.000-08:002024-03-02T21:49:05.958-08:00¿Hablar de amor?<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Hablar de amor?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Estás segura que eso es lo que quieres?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Hablar de amor con el modelo inorgánico de Wittgenstein?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Utilizando ese modelo, me refiero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puedo intentar si quieres, pero sabes que no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que no se hará, finalmente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Te enumeraría las razones, pero en el fondo sé que te das cuenta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me dejarás hablar, por supuesto, pero luego me dirás que aclare.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo dirás no como petición ni como orden, sino como un hecho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y yo lo intentaré, por supuesto, pero ese no es el punto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El punto aquí es la forma en que quieres que esto se haga.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Porque no te basta con hacerme caer, lo que quieres es (re)diseñar esa caída.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y esperas, además, que sea yo quien aleje sorpresivamente la silla en que yo mismo iba a sentarme.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo esto, por si fuera poco, desde tu rol supuestamente fuera de los hechos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde detrás de la línea amarilla que te protege de caer en la vía en donde viajan los hechos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Disculpa que me ofusque, pero sabes que es así.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O crees que sabes, más bien, pero yo pienso que te confundes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que no es Wittgenstein sino Hertz quien propone el modelo que realmente deseas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y que ninguna línea protege a nadie de forma alguna.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien, ¿es de amor realmente de lo que quieres oír hablar?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿O esa es la excusa para hacernos parte de una preposición que estaba acostumbrada a dejarnos fuera?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La honestidad no es parte esencial del modelo, es cierto, por eso te la pido como un favor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego, por supuesto, tú verás lo que haces.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-90342454407543274402024-03-01T07:56:00.000-08:002024-03-02T19:45:32.450-08:00¿Villancicos? <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Leo un reportaje sobre una banda delictiva rumana que se dedicaba a cantar villancicos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No se trata, por supuesto, que el canto del villancico haya sido el acto delictivo (aunque por mí podría serlo), sino que el cantarlo era más bien la estrategia o el acto previo para llegar a cometer el delito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En concreto, lo que hacían era posicionarse en las afueras de una casa-objetivo, y comenzar a cantar a coro una canción cuya letra había sido alterada para desarrollar amenazas -tanto vedadas como explícitas-, a los moradores de estas casas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hubo ocasiones, según se señala en el reportaje, en las que ni siquiera les fue necesario entrar a la casa, pues sus moradores les llevaban sus posesiones más valiosas luego de escuchar con atención el contenido de las letras y sentir que la amenaza de los integrantes del coro no era una simple broma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Cantaron un villancico en el que hablaban de mi abuela-dijo una mujer que había sido atacada de esta forma-, mencionando además su dirección y diciendo que era preferible perder nuestras joyas en vez de sorprendernos con la muerte de nuestra pariente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Así, relatando situaciones similares, el reportaje termina informando que, en las afueras de Barcelona, lograron detener a esta banda luego que comenzaran a trabajar como mariachis, supongo que para poder efectuar sus labores en otras épocas del año.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es una gran historia, por supuesto, y por si fuera poco esta vez he preferido contarla sin agregar nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Disculpen, por lo mismo, si la sienten un poco insípida, pero esa es la verdad, simplemente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y la verdad -les adelanto-, suele tener, mayoritariamente, esta característica.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-37599822448926703962024-02-29T09:19:00.000-08:002024-02-29T19:21:53.622-08:00Estrellas fugaces.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como había pronóstico de lluvia de estrellas fugaces fuimos hasta un lugar alejado, en la cordillera, para poder observar mejor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya en el camino, sin embargo, comencé a encontrar triste esta situación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ir por una predicción, me refiero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sabiendo, más o menos, qué es lo que podemos encontrar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sintiendo esto, quise guardarme la tristeza, para no contagiar a los otros, pero sentí también que debía plantear mínimamente mi postura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Han pensado que ya nadie puede ir y mirar el cielo intentando descubrir algo? -pregunté.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los otros no hicieron caso de mi observación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo mismo, intenté explicarla de mejor forma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Me refiero a que hoy no veremos un cometa, por ejemplo… No descubriremos nada que no estuviese ya previsto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y eso qué? -dijeron ellos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿No lo consideran un poco triste? -les dije-. Saber que aquello que vamos a observar ocurrirá dentro de ciertos márgenes...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿No habría sido mejor encontrarnos con esa lluvia de estrellas fugaces, sin saber de ella, por ejemplo?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Guardaron silencio un buen rato antes de agregar alguna cosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Está bien observar y verificar que algo ya predicho pasa -dijo alguien-. Por eso la gente se alegra en los eclipses y se abrazan cuando esto sucede… porque en el fondo siempre dudan un poco de que lo previsto vaya a suceder de la forma en que se ha previsto… y esa angustia se disipa finalmente cuando el fenómeno ocurre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues yo sigo pensando lo contrario -dije, luego de pensarlo un poco-. Estoy seguro de que, si fuésemos a ver un eclipse y todos estuviésemos preparados para que suceda y luego este no ocurre, sería algo mucho más interesante… o más valioso incluso… Probablemente luego de que no ocurriese tendríamos un poco de miedo de mirarnos, es cierto, pero estoy seguro que ese sería al menos un miedo hermoso… un temor que en el fondo es el temor normal ante aquello que es totalmente libre de ocurrir…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Espera -me interrumpieron-, ¿te das cuenta de que lo que tú mismo estás señalando es una predicción? ¿No crees que también necesitas de esas cosas?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Nunca lo he negado -acepté-. Solo quería plantearlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues lo que planteas te limita a ti, sobre todo, a disfrutar de mejor forma aquello que veremos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El tono de esa última frase me fue dicho con un tono desagradable, dañino, y debo reconocer que hasta me hirió un poco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Disfruto más siendo honesto conmigo mismo -señalé entonces, un tanto más severo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Siguió el viaje y, afortunadamente, cambiamos el tema para que todo se relajara un poco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La lluvia de estrellas fugaces, por cierto, comenzó justo en la hora programada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta donde sé, ninguno de nosotros pidió un deseo.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-19154171216920877082024-02-28T08:57:00.000-08:002024-02-28T22:59:37.734-08:00Una coreógrafa húngara.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Hay una coreógrafa húngara que incluye tropiezos en sus creaciones -me dijo-. Fallos que están programados, digamos, y que interrumpen una coreografía que si no fuera por esos tropiezos o caídas serían realmente hermosas. No sé si la conoces.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No -le digo-. No he oído de ella.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues deberías -me dijo-. Me refiero a que tiene una postura interesante. La otra vez leí una entrevista que le hicieron donde ella explicaba que los tropiezos, caídas y otros aparentes desajustes eran en el fondo los pilares que sostenían sus coreografías. Y decía también que su creación estaba perfectamente ejecutada si los espectadores sentían que el tropiezo era verdadero…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es decir -lo interrumpí-, ¿ella prefería que pensaran que esos errores programados no formaban parte de sus coreografías?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Sí, exacto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pero entonces sería una contradicción con lo que ella planteaba, porque…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No -me interrumpieron ahora a mí-. No es contradicción y que al sentir el tropiezo como algo verdadero, es la naturaleza artificial de la danza la que se pondría en duda… De ahí que lo que pretendiera en el fondo era cuestionar la falsedad del artificio, y rescatar esa falsedad a partir del hecho verdadero del tropiezo, que al ser planificado contagia de verdad al resto de la presentación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Hmm… -dije yo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Qué pasa? -me preguntó-, ¿no te convence?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No del todo -señalé-. Pero supongo que poco importa mi convencimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Así es -me dice-. Poco importa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ninguno de los dos, por cierto, tenía razón.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-89400364046435894662024-02-26T22:31:00.000-08:002024-02-27T22:40:27.884-08:00Mala memoria.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De pequeño quería tener mala memoria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, hice varios berrinches alegando que quería dejar de recordar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es que tuviese malos recuerdos o que quisiese olvidar algo en específico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Simplemente quería tener mala memoria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No tener la obligación de acordarme de lo que ya había ocurrido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O así lo explicaba, al menos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De vez en cuando algunos familiares lo recuerdan y lo cuentan como una anécdota extraña cuando volvemos a vernos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comentan, por ejemplo, que me negaba a comer pasas, pues se decía en ese entonces que fortalecían la memoria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O que una vez metí mi cabeza en un cubo con agua y hielo, pues se me había ocurrido que eso me ayudaría a tener una amnesia temporal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Mi madre cuenta que una vez le dije que tenía miedo de que el cerebro se llenara de recuerdos y luego ya no entraran más.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo, por mi parte, creo recordar que lo que quería, realmente, era volver a sentir algunas cosas por primera vez.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O a sorprenderme con ellas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una película, un sabor… o un juguete incluso, que siempre se sentiría como algo nuevo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Los elefantes son tristes porque lo recuerdan todo</i>, le dije a una profesora a quien le explicaba un dibujo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Y por eso caminan como si no quisieran ir realmente al lugar que van.</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta profesora, por cierto, llamó a mi madre poco después de aquello.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Creo que temían que existiese algún trauma asociado a un hecho ocurrido tiempo atrás.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi madre, al parecer, sintió que la culpaban de algo, indirectamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, desde ese momento me prohibieron comentar aquello y hasta me castigaron en un par de ocasiones en que olvidé dicha prohibición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Al menos algunas cosas sí se me están olvidando</i>, debo haber pensado entonces.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eso infiero, por supuesto, ahora que todo eso ya pasó.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Les conté que de pequeño quería tener mala memoria?</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-26444221900256670562024-02-26T02:19:00.000-08:002024-02-26T22:21:07.555-08:00Es un promedio, por supuesto.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me cuentan que al menos una vez por semana hay alguien que se muerde un dedo mientras come una hamburguesa, en cada local del McDonalds.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es un promedio, por supuesto -me dicen-, pero es cierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y cómo llevan esa cuenta? -pregunto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Lo que pasa es que son mordeduras relativamente graves -me explican-. Personas que sufren cierto daño y solicitan luego ayuda al personal. Por lo mismo, el registro queda en la bitácora del local. Y claro… ahí se verifica el promedio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Entonces, ¿hay más mordeduras todavía?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Claro, pero mordeduras menos importantes… -me dicen-. Sin daños asociados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Incluso leí que en Oregon, creo, les exigieron tener personal contratado con conocimiento médico, para realizar estas curaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me quedo un rato en silencio, analizando lo que me han dicho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Hmm, no sé… -comento entonces-. No me parece cierto, en realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues te aseguro que lo leímos en algún lado -me dicen.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Puede que lo hayan leído -les digo-, lo que yo pongo en duda es que sea cierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ellos no contestan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Parecen un tanto molestos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-El mundo esta lleno de cosas que no parecen ciertas -dicen ahora-. Que se encuentren escritas, por lo general, puede darnos cierta seguridad, al menos…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por supuesto, no estoy de acuerdo con lo que dicen, pero lo dejo pasar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Además, aunque demostrase tener razón, eso no me traería ningún beneficio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Escribo esto, por cierto, para no tener que demostrarlo.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-60742640313702575222024-02-25T11:40:00.000-08:002024-02-25T21:40:52.198-08:00No sirvo para la pesca de arrastre.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No sirvo para la pesca de arrastre. No sé por qué, pero es algo que no haría. Un poco por elección, es cierto, pero también es cierto que, si lo intentara, no podría hacerlo. Debo ser honesto en eso, al menos, si es que elijo hablarlo. ¿Por qué no podría? Pues por varias razones, supongo. O varias carencias más bien. Digo esto pues creo que me faltarían en principio tres cosas: fuerza, convencimiento y hasta un poco de insensibilidad, para poder realizarla. Estoy consciente que lo hablo desde lo individual y que mis razones pueden parecer abstractas y absurdas para quien asocia la pesca de arrastre con experiencias o imágenes concretas y específicas. En este sentido, puedo aceptar que la pesca de arrastre, para mí, es más bien un principio. Una idea que se traslada de significante, aunque mantiene -en lo esencial-, su primer significado. Con esto, supongo, espero pueda entenderse lo relacionado a la falta de convencimiento. Ahora bien, ¿por qué digo que carezco de fuerza? Por el arrastre mismo, digamos. No es que me imagine a mí, físicamente, arrastrando una red, pero incluso para apretar un botón que genere un mecanismo que genere ese arrastre se requiere de una fuerza de la cual carezco. Y que elijo no desarrollar, por cierto. Por último, debo señalar que es mi sensibilidad, en definitiva, lo que me impide (desear) desarrollarla. En otras palabras, prefiero mantenerme frágil en este aspecto. Y seguir siendo, voluntariamente, quien soy.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-37237937244672779972024-02-24T10:04:00.000-08:002024-02-24T20:05:29.552-08:00Una mancha en el ascensor.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ella vivía en el piso 12.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Obviamente, cuando la visitaba, subía por el ascensor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ascensor era muy moderno y de última tecnología.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto se traducía en alta velocidad, vibraciones mínimas y un silencio casi absoluto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Extrañamente, entre la pulcritud del ascensor se hacía notar una mancha en la parte alta de uno de sus costados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era una mancha pequeña en todo caso, que estaba justo en el borde con el cielo del ascensor y supongo que habrá pasado desapercibida para muchos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras mirarla varias veces, en mi caso, comencé a ver un rostro en aquella mancha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No muy nítido, por supuesto, pero cada vez que tomaba el ascensor observaba aquella mancha intentando reconocer aquel rostro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Probablemente se asemejase a alguien famoso, pensaba, pero el viaje en ascensor era tan corto que no podía detenerme a observarla con detenimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Yo no veo ningún rostro -me dijo ella, cuando le intenté mostrar-. Una mancha sí, pero solo con forma de mancha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Mírala desde acá -le dije-, tiene la nariz un poco hacia arriba…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Hmm… puede ser -aceptó ella, pero entonces ya debíamos bajar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Insistí unas cuántas veces más y le sacamos fotos incluso, intentando recordar a qué rostro se asemejaba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero en las fotos no se notaba bien, solo podías verlo bien en el juego de luces que se hacía en el breve intervalo en el que el ascensor estaba en movimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-De todas formas el problema no es “reconocer un rostro” -me dijo ella, una vez-. En el fondo todo se trata de interpretar aquello. Y no puedes forzar la interpretación. Si no logras relacionar aquello con alguien específico déjalo y ya está…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como la noté algo molesta preferí asentir y dejarlo hasta ahí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, tras reflexionar un poco, acepté que estaba obsesionado con aquello e hice lo posible por no pensar más en esa mancha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La última vez que fui, de hecho, recuerdo que preferí usar las escaleras, para evitar volver sobre ese asunto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así y todo cuando hoy recuerdo aquella época (12 años atrás, aproximadamente), lo cierto es que me acuerdo perfectamente de la forma de la mancha del ascensor, mientras que el rostro de ella se ha desdibujado casi por completo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Siempre mientes un poco para decir la verdad -me dijo una vez.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es extraño, pero no recuerdo si me lo dijo como si fuese una virtud, o a modo de reproche.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-53653373578613759902024-02-23T10:25:00.000-08:002024-02-23T20:25:45.373-08:00Mi vida como un funeral vikingo.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gané mi primer concurso de escritura cuando tenía doce años. Lo gané de casualidad. Sin saber que participaba, incluso. Un profesor envió una narración que había escrito en el último ítem de una prueba. La narración se llamaba “Mi vida como un funeral vikingo”. No recuerdo las indicaciones del ejercicio ni qué se nos pedía escribir en esa oportunidad, pero en el relato yo iba tendido en una embarcación, con mis pocas pertenencias a los lados. Eso es lo que recuerdo del relato, al menos. Eso y que en algún momento el personaje tendido en la embarcación (yo, supuestamente), dudaba si arrojar mi cuerpo al agua y abandonar las cosas, o si debía permanecer tendido ahí, tranquilamente, entre ellas. Cómo sea, lo cierto es que en un momento dado el profesor me entregó una invitación para asistir a la premiación, que se realizaba en otro colegio de la comuna, que había organizado aquel concurso. La invitación estaba dirigida a mis padres, en todo caso, en su rol de apoderados. Dudé mucho en entregarla pues pensé que asistir, para nosotros, se traduciría en una serie de problemas y situaciones que preferí evitar. De todas formas, era un concurso pequeñito, en el que solo entregaban un diploma y un libro de lecturas escolares. Lo supe porque el profesor que envió el relato me los entregó un día, al término de una clase. Lo hizo de forma silenciosa, sin decirle a los demás. No sé bien por qué, pero creo que pensó que mis padres se molestaron por haberlo enviado sin consentimiento e incluso me pidió disculpas. Esa misma tarde, por cierto, de camino a casa, boté el diploma en el basurero de una plaza y dejé el libro sobre el pasto, para que se lo llevara alguien más. Supongo que tenía miedo que mi madre los descubriera y tener que dar explicaciones. No hubo pasión ni fuego en aquello, solo un abandono frío. Y mi cuerpo, ciertamente, nunca se incendió.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-16912112820340803082024-02-22T11:34:00.000-08:002024-02-22T21:36:26.276-08:00Porque la maleta no llegó.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es cierto. Me desesperé entonces porque la maleta no llegó. O sea, llegó a otro lado y luego hubo que comenzar un montón de trámites para que me la enviasen correctamente. No me podían ni hablar por esos días. Estaba irritado, discutía con todos. Incluso estando solo no dejaba de darle vueltas a ese extravío y culparlo de todo lo malo que me pasaba. Mis fundamentos eran básicos, pero claros: en la maleta estaba el libro que quería leer, ropas que me recordaban momentos y vínculos especiales, un par de cuadernos con dibujos y algunos apuntes… no sé… una serie de artículos que yo sentía esenciales para que mi vida siguiese funcionando. Sé que puede sonar exagerado, pero yo lo sentía así. Y la situación empeoraba pues luego de tres semanas la dieron oficialmente por perdida y empezaron a ofrecer compensaciones, como si con eso se arreglase todo. Dinero, productos exclusivos y hasta un nuevo viaje recuerdo que me ofrecieron para que dejase de armar escándalo. Y claro, yo no quería aceptar nada, pues sentía que era como jugar a cerrar una puerta que en realidad no estaba, que era como engañarse, ya sabes… compensar lo que no se compensa. Cómo sea, el punto es que a los dos meses lograron recuperar y entregarme la maleta. Había viajado por tres continentes, según dijeron. Me mostraron el itinerario y la secuencia de errores. Se disculparon y volvieron a ofrecerme una serie de regalías para que firmase un documento en el que se ponía fin a aquel asunto. Antes de hacerlo, me pidieron abrir la maleta, para confirmar que no faltase nada y dar fe que todo estaba en orden. Acepté. Rompí los sellos y la abrí en la misma oficina en que me la entregaron. Debo haber puesto una cara extraña cuando vi el interior pues ellos se preocuparon y me preguntaron si era realmente mi maleta y hasta comenzaron a excusarse nuevamente. Pero lo cierto es que era mi maleta. Tenía las cosas que había puesto en ella antes del viaje, digamos, aunque lo cierto es que se sentía todo extraño. Ya no significaba nada, esa maleta. Eso sentí. Era como la maleta de un desconocido. Me refiero a que no me proporcionó finalmente la sensación de recuperar aquello que había perdido. <i>¿Falta algo?</i>, me preguntaron. Dije que no, pero no debo haber sonado convincente. De todas formas firmé el documento que me extendían. Me sentía extraño. Derrotado, casi, aunque no sabía por qué. Recuerdo que incluso pensé en abandonar la maleta e irme sin ella. Lo pensé en esa oficina y luego en el taxi, que me llevó hasta mi casa. No la abandoné, en todo caso. Ya en el dormitorio, más tranquilo, volví a abrirla y tomé las cosas. Una a una las iba tomando, como si las pesara. <i>Ya no son mías</i>, me dije. <i>O nunca lo fueron</i>. Luego volví a dejar las cosas en la maleta y la cerré. Después guardé la maleta. <i>Debo prometerme no volver a pensar en ella</i>, me dije entonces. <i>No tiene sentido hacerlo. A lo más escribir lo sucedido de una parrafada y abandonar el texto, sin releer lo escrito.</i> Eso hice, pasado un tiempo. Eso he hecho.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-80483601850701684902024-02-21T10:41:00.000-08:002024-02-21T20:43:20.227-08:00F. contra el pavo real.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo no creía, pero luego vi un video.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al principio no se notaba que era él, pero ya hacia el final el que grabó se acercó lo suficiente como para despejar las dudas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Era F., por supuesto, enfrentándose a golpes con un pavo real.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A mí me habían llegado rumores sobre aquello, pero me parecía algo demasiado absurdo como para creerlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el video, por cierto, no podía verse el inicio de la pelea, por lo que nunca sabremos qué la motivó.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo podemos ver los golpes que lanza F. y la forma en que el pavo real -con sus alas extendidas-, se lanza también contra él saltando lo suficiente como para picotearle la cabeza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No hay mucha gente en el entorno, pero los pocos que hay dirigen su molestia hacia F., según lo que puede apreciarse.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, hacia el final del video se ve que algunos se acercan hasta F. -que ha quedado en el piso, derrotado-, y lo detienen, sujetándole las manos en su espalda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Mi teoría es que F. esperó que el ave abriese sus alas y entonces lo atacó -dice J.-. Ya sabes… en su momento de mayor belleza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Puede ser -digo yo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Debe haber sido como esa vez que se obsesionó con apagar el faro… -continúa J.-, aunque claro… un faro no se defiende…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es cierto -comento, tras pensarlo un rato-. Nadie se deja hoy en día, salvo un faro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luego de esto, recordamos lo que ocurrió aquella vez, en Reikiavik, cuando F. apagó el faro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿No lo descubrieron esa vez, cierto? -pregunta J., finalmente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Lo descubrieron, pero no tenían pruebas… -le recuerdo a J.-. De todas formas, nadie volvió a encender el faro.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-38385857355047031102024-02-20T09:44:00.000-08:002024-02-20T19:56:17.874-08:00¿Y qué haces tú?<div style="text-align: right;">“Te parece excesivo</div><div style="text-align: right;">Que esta tempestad pendenciera</div><div style="text-align: right;">Nos perfore los huesos”</div><div style="text-align: right;">W. S.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">I.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y qué haces tú?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿A qué te refieres?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Qué haces si fueras Lear… ¿vas hacia las fauces del oso o al mar embravecido?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Qué hago o qué haría?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es lo mismo, aunque parezca que no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues no sé. Probablemente antes hubiese dicho que al mar embravecido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y ahora?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Ahora sin duda hacia las fauces del oso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Le temes más al mar embravecido?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No, para nada… De hecho, del mar tengo más opciones de salir vivo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y entonces?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Para mí está claro: luego de salir puede que aún esté el oso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Es cierto. Aunque también puede que no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Igual no soy Lear, así que poco importa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No importa poco. No si están el oso y el mar embravecido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Aunque estuviesen, poco importa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Mientes como Lear, ¿sabes?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No… para nada. Ese no soy yo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">II.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Sabes…? A veces pienso que las fauces del oso son un poco como nuestras propias fauces.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿En qué sentido?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No sé en qué sentido… pero pienso en los dientes que se clavan en la mano del que entrega el alimento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-¿Y qué es lo que piensas sobre eso?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pienso que por lo general son nuestras propias manos las que se dedican a eso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Pues esa es una imagen, no un pensamiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Siempre ocurre así cuando se tornan en palabras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-…</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Ya ves… ocurre igual que con Lear.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-No igual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-De acuerdo… no igual.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-29111911794386855092024-02-19T09:54:00.000-08:002024-02-19T19:55:24.675-08:00Voy.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Voy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al ahora, es donde voy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me subo al hoy, con miedo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bromeando un poco, para que no se note.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Trastabillo, en un peldaño que no vi.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez, incluso, fue a propósito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora no lo recuerdo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto es el hoy, me digo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es tan malo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estoy rodeado de cosas que no soy, pero no es tan malo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así me defino, después de todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así se marcan mis bordes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y así voy, a fin de cuentas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Más allá, si observo, también están los otros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los miro con cariño, aunque no sepan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los miro con perdón.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, para que estén a gusto, no los invado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y si los contamino, no es, sinceramente, con mala intención.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me mojo el rostro, mientras voy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que quiero que el hoy choque contra mi piel limpia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De esta forma asumo el hoy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El ir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El estar yendo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y el no saber, por supuesto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, sin quererlo, descubro que todo es parte de algo así como una canción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una que nadie dedica, en todo caso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y una que casi nadie escucha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y claro, yo voy de esa forma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin moverme realmente, pero voy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al ahora es donde voy, como decía en un principio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estoy aquí.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-28311664890870694352024-02-18T09:53:00.000-08:002024-02-19T19:53:56.036-08:00Por una serie innumerable de razones.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por una serie innumerable de razones no me moví de Santiago durante estas vacaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para peor, creo que fueron las más calurosas de los últimos veinte años.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Di vueltas por distintos lados e intenté sacar ideas en limpio, aunque finalmente (como era de esperar) no estoy más claro que al comenzar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De todas formas -como puede observarse acá desde hace algunos años-, no me interesa hablar de mí.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con todo, me acerco a mi voz para ver si la reconozco todavía, y porque sé que en algún momento (que todavía no vislumbro) volveré a hacerlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así, confuso (aunque en el fondo menos confundido de lo que parezco) he dado vueltas por una serie de rutas, como si se tratase de una despedida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es que esto último sea triste, pues no he comenzado aún a extrañar nada, pero de todas formas es una manera honesta de describirlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De hecho, he tratado de perderme en estos trayectos, pero no he logrado dar con esa sensación (ni prácticamente con ninguna otra).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así y todo, sé que se viene un año difícil, donde no tendré mucho tiempo para buscar soluciones a situaciones que se han terminado enquistando en algún sitio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace años, soñé que dentro mío había un zenote, de fácil acceso, pero casi siempre vacío.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sé que ahí hay algo que debo rescatar para comenzar de nuevo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gritar bajo el agua que se encuentra al fondo y salir (ojalá) un poco más fresco.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya perdí todo lo que podía perderse (y lo que no, lo he abandonado).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo queda un camino, en resumen, y tengo miedo que no queden pasos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De todas formas, me digo, debo hacerlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora sí.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-67679689609975226722024-02-17T09:51:00.000-08:002024-02-19T19:52:57.507-08:00Un doble oficial de Liu Cixin.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Conocí hace unos años al doble oficial de Liu Cixin.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bueno, en realidad, conocí a uno de sus dobles oficiales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue en el bar de un Hotel en el que ambos coincidimos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según entendí, le tocaba reemplazarlo en un par de viajes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que el verdadero Liu Cixin -si lo había-, no le gustaba viajar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y creo que -hasta cierto punto-, no le era permitido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me comuniqué con él en un inglés bastante defectuoso, pero aparentemente efectivo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue así que me enteré que su sueldo estaba pagado directamente por el oficialismo chino, y que había otros dobles que también hacían labores similares.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En concreto, el doble debía dar una breve conferencia en una universidad, y luego viajar para firmar una cesión de derechos para una serie televisiva que querían hacer a partir de una obra que el Liu Cixin original había escrito en su juventud, no tan conocida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otra de las cosas extrañas que contó, fue que ahora su nombre oficial era el mismo que el del autor, al igual como ocurría con los otros dobles.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es decir, se los cambiaban oficialmente antes de comenzar aquel trabajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No me explicó la razón, pero supongo que eso les evitaba mentir, o volver ilegal algunas de las acciones que realizaban.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Poco más fue lo que hablamos en esa oportunidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Él también escribía, por cierto, y tenía estudios importantes en literatura, pero no averigüé mucho más sobre aquello.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se fue antes que yo, del bar, pero antes de irse habló con el encargado del lugar para hacerse cargo de sus tragos y los míos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Todo está pagado por el señor Cixin-, me dijo el camarero, poco después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Le dejé una nota de agradecimiento, y me fui del lugar.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-80562787976940664392024-02-16T09:50:00.000-08:002024-02-19T19:51:44.516-08:00Un último encuentro.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">D. no durmió. Por una noche al menos no durmió. Se quedó junto a los otros hablando sobre lo que harían o no harían, mientras bebían unos tragos. D., en todo caso, fue el que menos bebió. Quería estar atento a lo que dijeran los otros y ser consciente y responsable de lo que él mismo dijera. Después de todo, era la última reunión que tendrían -al menos todos juntos-, eso estaba claro. Y es que tres de ellos se irían al extranjero (cada uno a un país distinto), y los proyectos que cada uno tenía -tanto los de aquellos que se iban como los de quienes se quedaban-, no se vinculaban en lo más mínimo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Igual es bueno que no nos mintamos -dijo uno, mientras los otros asentían-. Podríamos estar hablando de reencuentros y ocultar que esto se trata de una despedida definitiva. Creo que es bueno considerar eso. Tenerlo claro. Sin duda nos lleva a valorar distinto este momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos estaban de acuerdo. O parecían estarlo, al menos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">D., en tanto, se preguntaba cuál sería la valoración correcta para aquel momento. Y es que mientras observaba a los otros sentía que algo en aquel encuentro no era verdadero. Todos fingían, de cierta forma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Nadie se está yendo realmente a ningún sitio</i>, pensó.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez por eso, decidió irse de la reunión antes de la despedida oficial. Probablemente no se dieran cuenta hasta que él hubiese llegado a su casa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De todas formas, por si acaso, buscó en su teléfono los contactos de cada uno de ellos y los bloqueó, antes de borrarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se sintió mejor, por cierto, luego de hacerlo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Así es más honesto</i>, se dijo.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6647315053151096671.post-48498916553636249752024-02-15T07:21:00.000-08:002024-02-17T07:22:51.129-08:00Aquello que debías hacer.<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fuera lo que fuera aquello que debías hacer, lo cierto era que ya lo estabas haciendo. Inconscientemente, tal vez, pero ya lo estabas haciendo. Así era o así lo pensaba, al menos. Me lo transmitió un día como si se tratase de una gran idea. Daban lo mismo los planes futuros, las proyecciones imaginarias, aquello que supuestamente comenzaría después. Todo ya había comenzado. Ya lo estábamos haciendo. Lo decía enérgicamente, con la extraña alegría de haberlo descubierto recién, sin siquiera haberlo intentado. Ya estamos en el futuro, aunque no queramos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras me hablaba, yo estaba con una cuchara, escarbando en el piso de tierra. Lo hacía sin demasiado entusiasmo, sabiendo que tarde o temprano la excavación dejaría de depender de mí, pues la cuchara se toparía con algo demasiado duro o denso para ser roto o traspasado con mi fuerza. Incluso con la fuerza de otro, sería inútil. Solo avanzaríamos un poco más, pero igual habría que detenerse. Alguien más fuerte solo llegará un poco más abajo, me dije, igual que alguien más alto deja su marca un poco más arriba en los bordes de las puertas o en una muralla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">-Dejas tu marca aunque no quieras -le dije, para que supiera que estaba escuchando.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Él sonreía, todavía cegado por la luz de su descubrimiento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todavía, feliz.</div>Vianhttp://www.blogger.com/profile/10105233821370015320noreply@blogger.com0